Palabras al hombre que amo

Si sos absolutamente bello es porque yo me siento horrible cuando estoy con vos: deberías tenerlo en cuenta. Todo, incluso el tiempo, vuelve, y vuelve todo el tiempo. Fantaseo con el día después, cuando me levante con plena conciencia de este presupuesto en apariencia tan simple y entienda. Prescindible. Qué lindo va a ser verte colgar solo, la lengua morada hamacándose en la boca, la saliva vuelta plástico en tu piel y el pelo erizado y gris, la barba sucia, las uñas sucias, la pija sucia, la pija que chupé con devoción y que estará lejos ya de ser la perla preciosa de nadie. Todas las mujeres que hoy te buscan, todas las que ves cuando no estás conmigo, todas las que te escriben largas cartas de amor: todas, de todas, ninguna: esto es lo que aguarda. Que te desmiembren desesperadas, no. Planeo tu olvido y tu vergüenza. Tu olvido y tu vergüenza van a pagar. A pagarme, apagarte. Ese día ni siquiera yo. Yo, que te quiero así, tanto. Ese día ni siquiera yo. Ese día nadie.